¿Por qué se amarillean los dientes?
Muchos de los pacientes que acuden a VerDental terminan haciéndonos la misma pregunta: ¿Por qué se me amarillean los dientes si me los limpio todos los días? Y es que una de las obsesiones que solemos tener es la de mantener una dentadura lo más blanco posible.
La respuesta a esta pregunta no es única. Son varios los factores que pueden producir esta degradación en el color. El primero, e inexorable, es el tiempo. El esmalte dental, la capa exterior de los dientes, generalmente es de un blanco traslúcido, pero con el paso de los tiempos sufre un desgaste que permite ver la parte interna, correspondiente a la dentina que, ¡oh horror!, tiene un tono amarillento.
Otro elemento agresivo para nuestra boca, y para nuestra salud en general, es el tabaco. A los dientes les perjudica especialmente la nicotina y el alquitrán, dos componentes que ayudan a teñir nuestros dientes con el temido amarillo.
Por supuesto, también existen una serie de alimentos que atentan contra la blancura de nuestros dientes. Entre ellos, destacan el té, el café y el vino tinto. El uso continuo de kétchup también resulta negativo. Por otro lado, los cítricos tampoco son muy aconsejables porque erosionan el esmalte del diente y lo vuelven poroso y, por tanto, más sensible al cambio de color. A ello tenemos que añadir algunos medicamentos, como las tetraciclinas que pueden provocar no sólo un tono amarillento, si no marrón o grisáceo.
La falta de higiene bucal es otro de los factores importantes que favorece el tono amarillo en la dentadura. Y muy especialmente si se acumula el sarro en la base de los dientes. Y ello, sin olvidar los pequeños traumatismos que pueden provocar facturas en el esmalte.
Todos ellos son factores que atentan contra la blancura deseada de nuestros dientes.